En los últimos seis años, Cartones de Bolivia (Cartonbol) incrementó su capacidad productiva de 34 a 60% con una cartera de clientes que se concentra en especial en La Paz y Oruro. De enero a agosto de año, sin embargo, esta capacidad bajó a 54%.
La Empresa Pública Productiva fue creada el 5 de septiembre de 2007 e inició oficialmente sus operaciones el 10 de agosto de 2010. Siete años después posee una cartera de 288 clientes, 133 de los cuales son constantes y 155 eventuales, informó el gerente técnico de la factoría, Arturo Moscoso.
Desde 2011 hasta la pasada gestión, la producción de la compañía respecto a su capacidad instalada se incrementó de forma constante de 34 a 60%. De enero a agosto de este año, no obstante, esta proporción se redujo a 54%, según información del Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (Sedem).
Las ventas de la empresa, por su parte, aumentaron en los últimos seis años de Bs 3,08 millones a 15,2 millones y sus utilidades de Bs 356.325 a 489.795, de acuerdo con los datos del servicio estatal.
Este año se prevé incrementar las ventas en 30%, dijo Moscoso.
En los últimos 14 meses (de septiembre de 2016 a octubre de este año), agregó el ejecutivo, Cartonbol incrementó su total producido en 74%, de 500 toneladas (t) a 870 t gracias, principalmente, a su línea española de fabricación de envases adquirida con casi Bs 7 millones, que esta gestión trabaja al 70% de su capacidad.
Planes. Esta nueva maquinaria elevó la producción de la empresa de 7.000 unidades por turno de ocho horas —que se conseguían con solo una línea china de montaje— a 20.000 cajas por turno. Sin embargo, debido a la limitada demanda, la capacidad de la nueva cadena productiva —activada en 2015— se mantiene aún baja, ya que puede llegar a armar hasta 20.000 cajas por hora.
La oferta de la firma incluye cajas de cartón tipo industrial, para los sectores farmacéutico, lácteos, cerveza y otros; y envases agrícolas, para la exportación de bananos y piñas, entre otros.
La merma en toda la cadena productiva es del 7%, es decir 60.900 kilos de material en desuso que se venden a la cochabambina Papelbol, que transforma esta materia prima en bobinas que vuelven a Cartonbol. El Sedem proyecta para 2018 la fusión de Cartonbol y Papelbol con el fin de mejorar la eficiencia de ambas.
En esta gestión, Cartones de Bolivia consolidó la automatización de sus procesos incorporando en su línea de láminas elementos electrónicos de control y un sistema de afilado de cuchillas.
A futuro, la compañía prevé implementar un taller de diseño de troqueles —material que a la fecha se importa— para diversificar aún más sus diseños.
Asimismo, Moscoso adelantó que el laboratorio de control de calidad de la planta recibirá en los próximos días la certificación del Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (Ibnorca).
Papelbol es ‘una experiencia no tan feliz’
Wálter Vásquez
Patricia Ballivián, del Sedem. Foto: Wara Vargas
La Empresa Pública Productiva Papeles de Bolivia (Papelbol) no es la experiencia más feliz del Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (Sedem), admitió la gerente general de la institución estatal, Patricia Ballivián.
“Papelbol es una experiencia no tan feliz de la que tenemos que aprender para gestionar de mejor manera estas iniciativas estatales”, afirmó la ejecutiva de la entidad, que tiene como fin apoyar la puesta en marcha de las empresas públicas productivas, las cuales suman nueve al momento.
Papelbol fue creada el 5 de septiembre de 2007 e inició oficialmente sus operaciones el 3 de enero de 2014. Ese año, sus ventas sumaron Bs 316.191, un año después 400.274 y la gestión pasada 1,87 millones. La capacidad instalada de la compañía es de 15.200 toneladas (t) anuales, pero en 2016 el volumen de producción fue de solo 1.552 t, el 10,2% del total, según datos de la Memoria Institucional 2010-2016 del Sedem en la que no figuran los ingresos generados por la estatal.
Desarrollo. “Hubo dificultades, pero no hay proyectos infalibles y siempre se puede mejorar”, dijo la Gerente General del Servicio, que tiene como “emblemas” a la Empresa Pública Productiva Lácteos de Bolivia (Lacteosbol) y a la Empresa Boliviana de Almendra y Derivados (EBA).
Estas dos firmas junto a las empresas estratégicas de producción de Abonos y Fertilizantes (EEPAF) y de Semillas (EEPS), y a la Empresa Pública Productiva Apícola (Promiel) pasarán a ser autónomas la próxima gestión.
Este año, la auditora PricewaterhouseCoopers evaluó la factibilidad financiera y el crecimiento del paquete accionario de las cinco firmas. El valor de mercado de Lacteosbol creció 7,9 veces respecto al aporte inicial de capital estatal, EBA 5 veces, la EEPS 4,72 veces, EEPAF 3,53 veces y Promiel 3 veces, según del reporte.
Las que seguirán bajo tuición del Sedem son las firmas de envases de vidrio (Envibol), de cementos (Ecebol), de cartones (Cartonbol) y de papeles (Papelbol). Las últimas dos se fusionarán el próximo año para hacerlas más eficientes, adelantó Ballivián.
“Hay empresas como Papelbol que la oposición trata de tumbar, pero se podrá hablar y tener una idea de su desempeño cuando cumpla un año de trabajo sin interrupciones, en diciembre”, reveló la funcionaria.
Para alcanzar su independencia, las firmas que son parte de las incubadoras de empresas deben pasar por tres etapas: la construcción de la infraestructura, el desarrollo y el logro de resultados.
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