El vicepresidente Álvaro García Linera sostuvo ayer que la estatal textil Enatex ya era una empresa fracasada desde su creación y que se intentó revitalizarla con una inyección aproximada de 60 millones de dólares, pero no se lo consiguió. Dejó en claro que el fracaso no se debe al Gobierno.
"Enatex ya era una empresa privada fracasada, era una empresa privada quebrada, hicimos el esfuerzo organizativo y financiero para revitalizarla, hemos llegado a un límite que no se puede hacer más”, sostuvo la autoridad en conferencia de prensa, según ABI.
Agregó que el Estado recogió esa empresa en quiebra e hizo un esfuerzo por reactivarla e indemnizó a sus trabajadores con hasta 100 mil bolivianos en algunos casos.
"Ametex era una empresa de los privados, que duró un tiempo y luego fracasó, quebró y dejó sin indemnización a sus trabajadores”, insistió.
García Linera explicó que la nueva reconfiguración mundial del rubro textil, en el que la producción ahora se hace por segundo, conspiró en contra de la rehabilitación de Enatex, que con su antiguo sistema y baja productividad técnica no es competitiva.
Por eso, dijo que ahora la propuesta es cambiar la forma de trabajo de Enatex y comenzar a producir prendas a base de pedidos, no de manera diaria.
"Antes se producía diariamente millones de prendas, ahora será en función a la demanda; si nos llega un requerimiento de Ecuador o Argentina, se produce; no hay (el requerimiento), se paraliza la empresa”, sostuvo.
La estatal Enatex fue cerrada el pasado 15 de mayo mediante la promulgación del Decreto Supremo 2765, el cual convierte a la textilera en una empresa de servicios; sus más de 800 trabajadores fueron despedidos.
La medida generó marchas y un piquete de huelga de hambre de los trabajadores, que piden al Gobierno la abrogación del decreto y la reposición de sus puestos de trabajo.
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