Centro de Servicios Textiles funcionará con 200 personas

El Centro de Servicios Textiles (que reemplaza a la estatal Enatex) requerirá cerca de 200 personas, entre técnicos y operarios, que serán contratadas para su puesta en funcionamiento bajo una nueva modalidad de trabajo.
El vicepresidente Álvaro García Linera explicó ayer en conferencia de prensa que se debe aplicar otro tipo de sistema de trabajo, de acuerdo con la lógica del comercio y de la producción mundial, “tener unas empresas que con o sin el mercado igual producen, ya no funciona en ninguna parte del mundo”.
En ese contexto, el viceministro de la Micro y Pequeña Empresa, Martín Bazurco, informó que las nuevas incorporaciones para el centro se realizarán de acuerdo con la lista de los extrabajadores que ya cobraron su finiquito y mediante un concurso abierto, desmintiendo posibles recontrataciones.
García Linera afirmó que el caso Enatex fue explicado ampliamente a los dirigentes de la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam), liderados por la Central Obrera Boliviana (COB), en la reunión efectuada el martes en Palacio de Gobierno.
Admitió que el Gobierno intentó infructuosamente hacer revivir una empresa privada fracasada, pero el nuevo centro textil funcionará a partir de la demanda.
“Ametex (de Marcos Iberkleid) fue una empresa privada que duró un tiempo y que luego fracasó, quebró y dejó sin indemnización a sus trabajadores. El Estado recoge esa empresa quebrada y hace un esfuerzo por levantarla, por revitalizarla, en primer lugar indemniza a todos sus trabajadores”, explicó.
Dijo que algunos trabajadores recibieron incluso más de Bs 100.000, Bs 70.000, Bs 50.000 en 2014 y que el Estado inyectó más de 60 millones de dólares en Enatex y no funcionó; “no pudo levantarse”.
Explicó que la producción textil china desplazó por su calidad y precio a las manufacturas no solo de Bolivia, sino de varios países de la región, y esa situación conspiró contra la revitalización de Enatex, además su sistema tecnológico (de los años 90) es antiguo, por lo que hay limitaciones técnicas.
“Hemos llegado a un límite que no se puede hacer más, entonces ahora la propuesta es que Enatex se convierta en una empresa que cambie su sistema de trabajo, solamente utilice las partes técnicas altamente competitivas y productivas y ya no se produzca como antes (...) Ahora hay que producir en función de la demanda”.
Anunció que se hará una auditoría interna a Enatex y se constituirán dos comisiones: una social, para ayudar a los que recibieron sus cartas de retiro en el acceso a una vivienda social o a créditos para llevar adelante emprendimientos familiares, y a las embarazadas en alguna actividad laboral.
En tanto, la comisión jurídica redactará un decreto que establezca que “las causales del cierre de Enatex no puedan ser utilizadas por otras empresas privadas como argumento para proceder a despidos”.

No recontratarán a los que aún no cobraron
El viceministro de la Micro y Pequeña Empresa, Martín Bazurco, negó ayer la existencia de un supuesto acuerdo para la recontratación de los extrabajadores de Enatex.
“Eso es falso. No hemos propuesto recontratar a los extrabajadores o trabajadores que no han cobrado el finiquito”, dijo luego de indicar que el tema no está en la mesa de negociación.
Bazurco informó que desde que se decidió el cierre de Enatex, el pasado 15 de mayo, hasta la fecha, 759 trabajadores cobraron su finiquito y 216 aún no lo hicieron.

Descartan abrogación
Reiteró que el Decreto Supremo 2765, que determina el cierre de Enatex, no será abrogado y que se aplicará una nueva modalidad de trabajo en la textilera.
El vicepresidente Álvaro García Linera argumentó que “ya nadie produce sin mercado, la producción ahora funciona o se activa en función de un mercado garantizado, entonces hay que adecuar la empresa con un personal mucho más reducido, especializado, para ponerla en funcionamiento”.
García Linera añadió que esa situación fue explicada “con claridad a los hermanos de la COB, a los hermanos de Conalcam”, con quienes se acordó la conformación de comisiones para ayudar a los extrabajadores de la textilera.