El proceso de privatización, venta y cierre de empresas públicas, realizado por los gobiernos neoliberales, generó una pérdida superior a los 16 millones de dólares en el departamento de La Paz.
La cifra fue determinada por la Comisión Especial Mixta de la Asamblea Legislativa Plurinacional para la Investigación de la Privatización y la Capitalización (1989-2000), tras una evaluación del proceso privatizador en el departamento paceño, donde se dispuso la venta de 10 empresas productivas, siete hoteles prefecturales, 19 cooperativas de agua potable, tres telefónicas y 22 eléctricas.
De las 10 empresas productivas que tenía La Paz bajo administración de la Corporación de Desarrollo (Cordepaz), cinco fueron privatizadas: Planta Industrializadora de Leche (PIL), Industrias Metálicas La Paz (Inmetal), Planta Industrializadora de Quinua (Piquin), Planta Industrializadora de Té Chimate y la Fábrica de Vidrio Plano (Fanviplan).
Dos empresas de Cordepaz: Hilandería Viacha y Frigorífico Los Andes fueron cerradas, al igual que tres municipales: Empresa Municipal de Transporte (EMTA), la Fábrica de Tubos y Losetas y la Empresa de Transporte Automotor La Paz.
De las cinco empresas vendidas, al Estado le costó 10,14 millones de dólares su implementación, pagó 287.358 dólares para las consultorías de valuación, además de 740.000 dólares en bonos extralegales, el llamado ‘bono de apoyo a la privatización’ para romper las protestas y huelgas de los trabajadores, sumando un total de 11,17 millones de dólares.
Cuatro de las empresas fueron vendidas a un precio de 2,86 millones de dólares, causando una pérdida de 8,3 millones al departamento de La Paz. La venta de Fanviplan fracasó.
PIL fue adjudicada a la peruana Gloria, Inmetal a Toyosa y Hérnan Sánchez, Piquin a Carmen Rosario M. y Grover Castro, Té-Chimate a Hansa y Ecocaranavi, mientras que Fanviplan se adjudicó a Doble N SRL, pero no llegó a concretarse.
caso fanviplan
En 1981, la empresa polaca Polimex Cekop entregó la fábrica, que la construyó a un valor de 4,4 millones de dólares, y en julio de 1992, el ministro de Planeamiento, Samuel Doria Medina, ordenó su privatización.
Tras su subasta en la Bolsa Boliviana de Valores se desistió de la venta tras 26 intentos fallidos, Polimex Cekop solicitó que se la entregue a cambio de la deuda que tenía el Estado boliviano, Doria Medina negó la transferencia y adjudicó la deuda al Tesoro General de la Nación.
Con los intentos de privatización de Fanviplan, las deudas de la empresa y el pago de sobornos para romper la huelga de trabajadores se generaron otros 8,3 millones de dólares de pérdida.
Doble N no se adjudicó la fábrica debido a que el inventario oficial era diferente del real, por lo que desistió de la compra e inicio procesos al Gobierno.
Consultora calificó a Fanviplan sin competencia
Su ubicación y la calidad de sus productos hacían de Fanviplan una fábrica sin competencia a escala nacional y con un fuerte potencial exportador, señala el informe de la Consultora Carana, que hizo la valuación.
El horno con valor cero
La canadiense Carana valuó en cero el horno de vitrificación de la fábrica, además ocasionó la pérdida de 320 toneladas de vidrio al cerrar el paso de gas natural de Senkata a la fábrica.
no se escuchó a Trabajadores
Los trabajadores de Fanviplan quisieron reactivarla, la propuesta tuvo el aval de la Federación de Fabriles y la COD, el Gobierno no escuchó la propuesta y dispuso su venta a privados.
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