La Federación Departamental de Panificadores de Chuquisaca (FEDEPA) decidió no comprar la harina de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA), que elevó el precio del quintal de 119 a 145 bolivianos. El sector tendrá un ampliado nacional este miércoles en La Paz para evaluar las negociaciones que tuvo con el Gobierno.
“Con este nuevo precio no vamos a recoger la harina de EMAPA”, aseguró indignada la presidenta de FEDEPA, María Dolores León, al denunciar que en las negociaciones hubo “imposición” de parte de Gobierno.
Los panificadores de Sucre, según su dirigente, optarán por adquirir harina de mejor calidad del mercado, donde el quintal fluctúa entre los 155 y 175 bolivianos.
Esta situación no afectará el precio actual del pan, por el momento.
León también informó que el Gobierno decidió suspender la entrega de amasadoras eléctricas, aduciendo un envío tardío de las listas de los beneficiados, lo cual consideró como un incumplimiento al acuerdo firmado en julio de 2013, que tenía el propósito de mantener congelado el precio de la unidad de pan en 40 centavos.
En Sucre sólo se beneficiaron 20 de los 57 panificadores inscritos para recibir las amasadoras, que fueron financiadas por el Gobierno en un 90%. Por todo eso, León consideró que el sector está “golpeado” y que el ampliado nacional de este miércoles, en La Paz, deberá tomar las decisiones que el caso amerite.
Mientras que en La Paz, el dirigente de los panificadores de ese Departamento, Félix Quenta, aseguró ayer antes de sostener una reunión con el Gobierno, que "por este momento" no había necesidad de incrementar el precio del pan.
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