Por falta de producción y mercados, más de un centenar de trabajadores de la Empresa Pública Nacional Textil (Enatex) han ido renunciando a sus fuentes laborales para abandonar la industria, acosados por la falta de liquidez que les arrastra cuatro meses de sueldos no cancelados.
Los que aún guardan esperanzas de que Enatex resurja con una inyección de capital, por parte del Estado, esperan un plan de ayuda de la ministra de Desarrollo Productivo, Verónica Ramos, de al menos $us 20 millones.
“Hay gente que se está yendo porque ya es insostenible el tema económico para las familias de estos compañeros. Ellos se han tenido que ir, no los han botado, han decidido, por cuenta propia, pedir su retiro voluntario. Ya no somos 1.700. Debemos ser un poco más de 1.500 trabajadores”, señaló el secretario general del sindicato de Trabajadores de Enatex-Telas, Jhonny Huanca.
Mientras tanto, la empresa subsiste con la producción de algunos compromisos realizados. Según Álvaro Corazón, otro de sus trabajadores, la empresa trabaja apenas con el 20% de su capacidad, por la falta de materia prima y falta de mercados.
“Por mes, antes producíamos hasta 500 mil prendas, cuando estaba a cargo el anterior dueño. Luego, todo es producción pequeña. Ahora producimos para el mercado local, pero a un 20% de la capacidad. Los compañeros trabajan en un solo turno, porque el otro turno está de vacaciones”, señaló.
Anoche, el sector se reunió con la ministra Ramos, para escuchar su propuesta.
Se preveía que el Gobierno iba a autorizar un financiamiento, a través de un decreto supremo
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