La Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) alquilará frigoríficos para comercializar carne del oriente directamente a los vendedores minoristas para que así baje el precio al consumidor final.
"Emapa va a alquilar la infraestructura de algunos frigoríficos en Santa Cruz, que en este momento están vacíos, y la carne de Beni llegará directamente en avión y la recibiremos aquí (en La Paz) en frigoríficos”, informó la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, en una entrevista con la red ERBOL.
Ésta es una de las tres propuestas que planteó el Gobierno para bajar el precio de la carne de res, que actualmente se vende entre 22 y 23 bolivianos el kilo en gancho y que llega al consumidor a 42 y 44 bolivianos el kilo de pulpa normal en los mercados de La Paz y Santa Cruz. Incluso la pulpa cadera, que es la más suave, llegó a los 48 bolivianos.
Los ganaderos justifican el incremento por las lluvias que inundaron Beni, las heladas y el mal estado de los caminos.
Según Morales, Emapa comprará en forma directa la carne a 19 bolivianos el kilo en gancho a los ganaderos de Beni y Santa Cruz, para entregarla al comerciante minorista mediante carros frigoríficos.
Morales aclaró que no habrá subvención porque el costo del transporte se agregará al precio de la carne. Esto se compensará porque "hay un lucro muy grande de los internadores. Traeremos carne de los ganaderos a los minoristas obviando todos los pasos intermedios”, precisó.
Una segunda propuesta de trabajo será comunicada hoy, pero la ministra adelantó que se trata de llevar adelante operativos combinados entre varias reparticiones del Gobierno para comercializar la carne de frigoríficos.
"Revisamos los frigoríficos en La Paz, Cochabamba y Santa cruz y (comprobamos que) están llenos de carne. Hay una sobreoferta y necesitamos que saquen el producto”, añadió.
La autoridad explicó que este stock no se comercializó porque fue comprado a precios altos y ahora les cuesta venderlo porque el costo tiende a disminuir. "Tendrán que perder unos centavos porque es parte del negocio ganar y perder, pero deben vender. Mañana (hoy) deben sacar esa carne”, puntualizó.
Importación
En caso de que ambas propuestas no bajen el precio de la carne, el Gobierno recurrirá a la importación. "No desearíamos importar carne, pero será nuestra última carta. Hablamos con los ganaderos de meter carne por otras vías y evitar la importación. Pero si esto no funciona ya decidimos en el gabinete, con el Presidente, importar carne”, aseguró Morales.
En caso de que se llegue a esta última etapa, se tiene previsto importar carne de Argentina, por los precios más competitivos en determinados cortes.
"Nuestra idea es traer 40 toneladas por día como máximo y sólo donde no está bajando tanto el precio. No es mucho, pero es una señal para los comerciantes”, agregó la autoridad.
La propuesta gubernamental tampoco establece una subvención en este caso.
Se tiene planificado contratar camiones y si regresan a su país llenos, con otros productos, se podrían abaratar costos, de acuerdo con Morales.
El mercado
Ganaderos El vicepresidente de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), José Luis Vaca, expresó su preocupación por la posible importación de carne. Teme que ésta podría ser de segunda calidad o de descarte, lo que, además, podría alentar a la importación ilegal de este alimento. También considera que el precio será más alto que el que rige en el país.
Control El Gobierno, mediante el Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agropecuaria (Senasag), comenzó a controlar los centros de remate de carne para evitar que en ellos haya especulación en el precio. Actualmente, prepara una norma para regular el proceso de comercialización y evitar así ganancias excesivas.
Preparan ley para regular la comercialización
El Gobierno trabaja en un proyecto de ley para regular la cadena de comercialización de la carne y evitar que haya especulación en su precio.
"Tenemos que hacer una ley del Complejo Productivo de la Carne para que regule esta cadena y no exista un monopolio que encarezca el alimento”, declaró la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales.
La autoridad explicó el mecanismo de comercialización. El proceso comienza en los centros de remate "que se prestan a la especulación” porque en ellos se fija el precio del kilo en gancho. "El ganadero paga su derecho de rematar el ganado, pero pone el precio. Si no se vende a ese costo lo retira y regresa hasta obtener el precio que busca”, dijo.
Estos centros se encuentran en diferentes lugares de Santa Cruz y en el camino a Beni.
Luego pasan a los frigoríficos y éstos aseguran que prestan sólo el servicio de faeneo.
Posteriormente, la carne llega a La Paz en camiones frigoríficos e internadores mientras que a Cochabamba sólo llegan estos últimos, que realizan el viaje al Valle de noche y luego lo distribuyen a los comerciantes minoristas.
Según Morales, los internadores le ponen el precio a la carne. "Cuando hay buenas ofertas pagan bien, pero la traen cara y además el comerciante carnicero en lugar de ganar cuatro bolivianos por kilo comenzó a obtener una ganacia de 5,5”, explicó.
Añadió que, tras un acuerdo, los carniceros volverán a ganar sólo cuatro bolivianos.
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